3 tipos de merengue y su uso en repostería

El merengue se usa bastante en repostería para la decoración de muchos de nuestros postres favoritos, existen varios tipos de merengue, pero todos tienen algo en común: Sus ingredientes principales, que son la clara de huevo y el azúcar, y la diferencia entre ellos está en el grado de cocción y la cantidad de azúcar que apliquemos. ¿No es curioso?

Vamos a hablar de 3 tipos de merengue: francés, italiano y suizo. El merengue francés se prepara batiendo azúcar con claras de huevo. El merengue suizo, batiendo claras de huevo y azúcar en baño maría y luego en una batidora eléctrica. Y el merengue italiano, mezclando jarabe de azúcar con claras de huevo mientras están siendo batidas.

Así que a continuación, le explicaremos cómo hacer cada uno de estos deliciosos tipos de merengue en casa.

Cómo preparar merengue francés

Este merengue es el que la mayoría de la gente conoce.

El azúcar se bate gradualmente en las claras de huevo una vez que han alcanzado picos suaves, y luego la mezcla se bate a picos firmes. Es mejor usar azúcar superfina o una mezcla superfina y de pastelería para esto porque se disuelven rápidamente.

Este tipo de merengue es el menos estable pero también el más ligero, lo que lo hace perfecto para los soufflés.

Cómo preparar merengue italiano

El merengue italiano es el más estable de todos los merengues.

Está hecho con un jarabe de azúcar que ha sido calentado hasta la etapa de bola blanda (236°F a 240°F) (113 °C a 115 °C). El jarabe de azúcar caliente se bate gradualmente en las claras de huevo después de que se hayan formado picos suaves y luego se bate a picos firmes y brillantes.

Su estabilidad y suave textura lo hacen ideal para cremas de mantequilla de clara de huevo y mousses.

Cómo preparar merengue suizo

Firme y ligeramente más denso que los otros, el merengue suizo se hace removiendo el azúcar y las claras de huevo juntas sobre una olla de agua hirviendo a fuego lento (baño maría) hasta que estén muy calientes al tacto antes de batirlas.

La adición temprana del azúcar impide que las claras de huevo aumenten tanto en volumen como en los otros merengues, pero contribuye a su fina textura. El merengue suizo es particularmente bueno para hornear capas de pastel de merengue crujientes y para cubrir los pasteles.

Si no quiere usar clara de huevo fresca, puede sustituir por polvo de merengue básico.

Esperamos que haya aprendido la diferencia entre estos merengues. Como puede ver, son muy fáciles de preparar y cada uno aporta un sabor distinto gracias a su preparación. Déjenos un comentario si logró hacerlo en casa.